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Consejos para elegir un buen protector solar natural : recomendaciones de nuestra CEO

Consejos para elegir un buen protector solar natural : recomendaciones de nuestra CEO

Si te han dicho que un FPS 50 protege el doble que un FPS 25, este artículo te interesa. Queremos que, con la información en la mano, elijas el protector solar que mejor se adapte a ti y a tu familia.

¿Protección alta o protección media? ¿Filtro químico o solo filtro mineral? ¿En crema o en espray? ¿Con cuál me tendré que pelear menos con el pequeño? ¿Cuál hará efecto más rápido?

Estas preguntas y alguna más son las que nos planteamos antes de decidir qué protector solar comprar. Y ¡qué te vamos a contar nosotros! Es lógico y normal que te preocupen estas cuestiones. Se trata de tu salud y de la de los tuyos.

Además, existen muchas creencias al respecto que hacen que la tarea se complique, como que un protector solar con un FPS más alto ofrece una mayor protección contra los rayos UVB. Y ya te adelanto que esto no es así: una vez que pasas del FPS 30, la protección no aumenta.

Pero déjame contarte más detalles para que entiendas el porqué de esto. De hecho, he elaborado esta guía de recomendaciones con el objetivo de que, de forma informada, puedas elegir el protector solar adecuado para ti y para tu familia.

Si sigues leyendo, sabrás qué es para mí lo más importante a la hora de elegir un buen protector solar y cuál es el mejor para ti en función de tus hábitos y tu tipo de piel.

Y es que estoy segura de que coincidimos en lo que le pedimos a un buen protector solar.

Queremos que nuestro protector solar:

  • proteja con seguridad para broncearnos sin quemarnos;
  • cuide de nuestra salud al tiempo que cuida de la del planeta;
  • sea fácil de aplicar;
  • deje la piel hidratada y nutrida;
  • se extienda bien sin dejar la piel blanca;
  • se absorba cuanto antes para que proteja rápido, es decir, sea a prueba de prisas por meternos en el agua.

¿Qué es la radiación solar y por qué es necesario protegerse frente al sol?

Por salud. Es lo mejor que puedes hacer si quieres proteger no solo tu salud, sino también la belleza natural de tu piel.

De hecho, los efectos de la radiación solar sobre la piel son acumulativos. Esto significa que la piel tiene memoria y una exposición prolongada sin protección puede afectar a nuestra salud a corto, medio y largo plazo y, por supuesto, favorece el envejecimiento temprano de la piel.

Te cuento, a grandes rasgos, por qué.

La luz del sol llega hasta nuestra piel en forma de radiación ultravioleta, lo que conocemos como UVA y UVB.

La luz UVB es la principal causa de las quemaduras provocadas por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente y se asocian con la aparición prematura de arrugas, la pérdida de la elasticidad y otros efectos del fotoenvejecimiento.

Por eso, una exposición al sol prolongada sin protección puede tener efectos tan nocivos sobre nuestra piel.

La piel posee mecanismos propios de adaptación y protección frente a la radiación solar, como son el engrosamiento de la capa córnea, la producción de melanina, la activación de moléculas antioxidantes y los sistemas de reparación de ADN.

Sin embargo, cuando la exposición al sol es demasiado prolongada —y dadas las circunstancias climáticas actuales—, nuestra piel necesita ayuda para protegerse del sol. Y esta protección debería variar en función del fototipo de la piel.

En otras palabras, las personas con piel más clara tienen menos mecanismos de protección frente a la radiación solar. Suelen ser personas que viven en lugares donde la radiación solar es poco intensa.

Las personas con piel más oscura tienen más protección natural frente a la radiación solar y suelen vivir en lugares donde esta es más intensa.

Pero ¿qué es y qué significa lo de FPS 30 o FPS 50 en un protector solar?

El Factor de Protección Solar (FPS) indica cuánto tiempo puedes pasar al sol antes de llegar a quemarte usando un producto de protección solar. Para saber cuánto tiempo podemos permanecer al sol con un FPS de X, utilizaremos la siguiente fórmula:

Minutos que podemos tomar el sol sin protección (y sin quemarnos)  x   FPS = minutos que podemos tomar el sol sin quemarnos con la crema de protección solar sobre nuestra piel.

Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS 15 (150 minutos o 2,5 horas).

Pero, cuidado: antes de empezar a contar minutos y mediciones de protección solar, debemos saber que esta ecuación no siempre es exacta.

Hay que tener en cuenta que en la vida real se suele emplear menos cantidad de crema que la utilizada en los ensayos in vivo y que, además, a pesar de las indicaciones a prueba de agua o resistencia frente al sudor, todos los protectores solares disminuyen su eficacia cuando se exponen al agua o al sudor.

Por otro lado, es bueno tener en cuenta que el sistema de medición de protección solar fue establecido por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para medir la cantidad de protección que el producto ofrece contra las quemaduras solares causadas por los rayos UVB. Pero todavía no se ha establecido un sistema para medir la protección contra los rayos UVA.

Por ahora, sabemos que un número de FPS alto significa más tiempo de exposición al sol y mayor nivel de absorción de los rayos UVB. Sin embargo, este número no aumenta de manera exponencial según aumenta el número FPS, lo cual puede resultar confuso.

Por ejemplo, un FPS de 15 absorbe el 93,3 % de los rayos UVB, pero un FPS de 50 absorbe el 96,7 %. El número de FPS se ha duplicado, pero la tasa de absorción se ha incrementado en solo el 3,4 %.

Hace ya un tiempo que las autoridades sanitarias se han pronunciado al respecto y han recomendado a los fabricantes poner en el etiquetado «protección baja», «protección media» o «protección alta» en lugar de los número de FPS. Sin embargo, se sigue identificando más la protección con el número y la mayoría de los consumidores piensan que un FPS 50 protege el doble que un FPS 25 y no es verdad.

 

¿Qué tipos de filtros solares existen?

Los protectores solares son cosméticos que protegen la piel frente a los rayos ultravioleta (UV) porque incorporan, en su formulación, un material o ingrediente que hace de filtro.

Existen dos grupos de filtros solares:

  • Por un lado están los filtros de síntesis química: aparecen en las etiquetas como cinamatos, benzofenonas o derivados del benzimidazol. Estos actúan absorbiendo la radiación solar y provocando un cambio en su estructura química. Son potentes alérgenos y disruptores hormonales, es decir, interfieren en el correcto funcionamiento hormonal.
  • El otro grupo son los filtros físicos o de pantalla, como el dióxido de titanio o el óxido de zinc. Son sustancias minerales que forman una pantalla sobre nuestra piel que actúa reflejando la luz solar y, por tanto, protegiéndola de la radiación. En cosmética natural certificada solo están permitidos este tipo de filtros, ya que son los más respetuosos con nuestra piel y ofrecen la protección más segura.

El protector solar natural sin filtros químicos: la apuesta de Amapola Biocosmetics

Hace poco lanzamos la fórmula mejorada de nuestro protector solar FPS 50 (aquí te lo contábamos). En Amapola llevamos años apostando por los protectores solares ecológicos con filtro mineral.

Y es que los filtros minerales o físicos tienen ventajas importantes respecto a los filtros químicos:

  • Tienen menos riesgo de alergia.
  • Al ser sustancias minerales no son contaminantes para el medioambiente.
  • Son inocuos, lo cual significa que no son dañinos ni para quien se los aplica ni para quien los produce o procesa, ni tampoco para el entorno.
  • Son los más seguros para los niños: al dejar cierta película o marca sobre la piel sabes con exactitud dónde has aplicado el protector y dónde no.
  • El efecto de su protección es inmediato, no hay que esperar un tiempo para que sean efectivos como en el caso de los filtros químicos.

Es normal que un protector solar con filtro mineral deje la piel un poco blanca. Al final, te estás poniendo una capa de protección —literalmente— sobre tu piel.

Puede resultar un poco incómodo o poco estético tal vez, pero quizá sea la opción más segura para ti si:

  • Buscas un protector que actúe de inmediato, sin necesidad de tener que esperar a meternos en el agua: los filtros minerales son efectivos desde el minuto uno;
  • Te preocupa el medioambiente y quieres que tu protector no contribuya a la contaminación de los océanos;
  • Prefieres aprovechar todo lo que la madre naturaleza nos proporciona y que tu cosmética sea más respetuosa con tu salud y el planeta;
  • Evitas ciertos ingredientes químicos que sientes que no hidratan lo suficiente tu piel;
  • Quieres prevenir las manchas, los daños solares y el envejecimiento temprano de la piel utilizando productos respetuosos con tu piel;
  • Buscas productos para pieles sensibles y con menor riesgo de alergia;
  • Prefieres utilizar una cosmética menos procesada y más eficaz.

Por otro lado, piensa que para que el producto tenga un FPS más alto debe contener más cantidad de filtro mineral, es decir, a más filtro mineral, más blanca deja la piel.

Además, este filtro mineral puede aparecer en forma de nanopartículas, es decir, partículas nanométricas que son tan pequeñas que pueden atravesar nuestros poros y penetrar en nuestro torrente sanguíneo. Los filtros NANO están prohibidos en cosmética certificada. Si el filtro es NANO debe aparecer indicado en el listado de ingredientes de esta manera:

  • Titanium dioxide (NANO)
  • Zinc Oxide (NANO)

Por lo tanto, a menor tamaño de partícula, más transparente será la crema a la hora de aplicarla y a mayor tamaño de partícula, más blanca dejará la piel.

Por último, a la hora de elegir tu protector solar, puedes tener en cuenta que los filtros químicos vienen listados de esta manera en los ingredientes:

  • Ácido 4-aminobenzoico o PABA
  • Camphor benzalkonium methosulfate
  • Homosalate
  • Phenylbenzimidazole sulfonic acid
  • Benzophenone
  • Oxibenzona
  • Terephthalylidene dicamphor sulfonic acid
  • Butyl nethoxydibenzoylmethane (avobenzona)
  • Octocrylene
  • Ethylhexyl methoxycinnamate
  • Ethylhexyl triazone
  • Diethylhexyl butamido triazone
  • 3-benzylidene camphor

Para más información sobre este tema, puedes consultar la guía de filtros químicos de Organics Magazine.

Descubre otros ingredientes naturales que protegen tu piel y potencian el bronceado mientras tomas el sol

Además de los filtros solares, existen otros ingredientes que se incluyen en las formulaciones para proteger la piel de las quemaduras solares, que evitan la deshidratación, son potentes antioxidantes y actúan suavizando la piel, como el Aloe Vera (Aloe Barbadensis extract), la manteca de karité (Butirospermun parkii butter), o el aceite de aguacate (Persea Gartisima Oil), entre otros. También están el aceite de zanahoria (Daucus carota Oil) o el de burití (Mauritia Flexulosa Fruit Oil), los cuales nos protegen y, al mismo tiempo, broncean la piel.

De hecho, nuestros protectores solares contienen los siguientes ingredientes:

  • Aceite de coco: retiene la humedad de la piel, formando una capa protectora y evitando que pierda agua. Por su contenido en antioxidante previene la aparición de manchas.
  • Aceite de burití: por su elevado contenido en carotenos es un excelente antioxidante y antiinflamatorio. Protege frente a la radiación solar y contribuye al bronceado de la piel.
  • Aceite de aguacate: es rico en ácidos grasos insaturados y vitaminas liposolubles. Actúa incrementando la biosíntesis de colágeno en los fibroblastos y mejora la elasticidad de la piel. presenta también un gran poder filtrante de las radiaciones UV.
  • Manteca de Karité: protege a la piel de las agresiones externas y de la radiación ultravioleta. Además suaviza, nutre y activa la regeneración cutánea.

¿Cómo utilizar tu protector solar de manera eficaz?

Este es un tema fundamental para nosotros. Porque estamos hartos de escuchar que hay que utilizar protección solar durante todo el año, pero ¿hasta qué punto esto es recomendable?

Como ya hemos comentado, la piel tiene su propia protección natural, la melanina, que funciona como un protector solar absorbiendo la radiación solar y provocando un cambio en su estructura química que observamos cuando nos ponemos morenos.

Dependiendo de la cantidad de melanina que tenga nuestra piel, estaremos más o menos protegidos de manera natural frente a la radiación solar, es decir, las personas de piel clara están menos protegidas frente al sol que las personas de piel oscura.

Entonces, mi recomendación sería elegir la protección solar dependiendo de cómo sea nuestra piel y el tipo de exposición al sol.

Para que quede lo más claro posible, hemos elaborado una guía de recomendación de uso de un protector solar que tiene en cuenta todos estos factores que te he comentado.

¿Cuál es el mejor protector solar para mi bebé?

Cuantas veces nos preguntáis «¿cómo protejo la piel de mi bebe frente al sol?». Y nuestra respuesta siempre es la misma: la piel del bebé no debe, de ninguna manera, exponerse al sol ya que es tan delicada que puede quemarse con facilidad (recuerda que se está formando todavía). Por lo tanto, mi recomendación es que el bebé esté a la sombra o protegido con la ropa adecuada.

Si, aunque no vaya a estar expuesto al sol de forma directa, quieres asegurarte de que su piel está protegida, mi recomendación es utilizar una crema con protección solar media.

Nuestro protector solar ecológico PARA PROTEGERTE DEL SOL FPS 25 sería protección suficiente para tu bebé. Con ella, protegerás su piel cuidando de su salud ya que la formulación de nuestro protector FPS 25 se basa en ingredientes ecológicos y no contiene ningún filtro solar químico.

Podrás estar segura de que estás protegiendo su piel sin dañar su salud.

Recomendaciones finales para mantener tu piel radiante y protegida este verano. 

Recuerda que una protección FPS 50 no protege el doble que una de 25. Y es que un protector solar con un FPS más alto no protege más contra los rayos UVB. Una vez que pasas del FPS 30, la protección no aumenta y un número más alto puede dar una falsa sensación de protección.

Aquí tienes unas recomendaciones para mantener tu piel radiante y protegida de forma sencilla este verano:

  • Elige el FPS en función de tu tipo de piel y de la exposición al sol que vayas a tener.
  • Aplícalo sobre la piel limpia y seca en todas las zonas que expongas al sol.
  • Sé generosa con la aplicación.
  • Evita la exposición al sol en las horas centrales del día.
  • Utiliza ropa ligera que proteja tu piel del sol.
  • Toma agua con frecuencia para mantener la hidratación que tu piel necesita para verse tersa.
  • Limpia el rostro cada día: en verano sudamos más y los poros se pueden obstruir y apagar la luminosidad natural del rostro.
  • La exfoliación te permitirá eliminar las células muertas de la piel y su regeneración. Eso sí: asegúrate de exfoliarte la piel por las noches: no queremos exponer al sol la piel sensibilizada por el efecto del exfoliante ni correr el riesgo de que salgan manchas.
  • Utiliza a diario una crema hidratante; esto mantendrá la hidratación en la piel sin generar exceso de grasa.
  • Evita las bebidas gaseosas: favorecen la celulitis y la deshidratación de la piel.
  • Y, sobre todo, enseña a tus hijos a protegerse del sol.

¿Te unes a las cientos de familias que ya usan protección solar mineral?

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