Terminamos el año 2017, por cierto, un gran año para Amapola, pidiendo un deseo.
Bueno, la verdad es que era un momento muy deseado desde hacía tiempo, y como todo llega, 2018 nos trajo una imagen renovada y una sesión de fotos, con estupendas personas, que estoy deseando contaros.
Llevábamos tiempo planificándolo -porque algo hay que poner de nuestra parte para que se cumplan nuestros deseos ¿no?- y por fin vimos el momento oportuno, las personales ideales, el lugar mágico y las ideas maravillosas que plasmarían toda nuestra filosofía en un gesto, una sonrisa, un paisaje..
Mágicas Cabañas en los Árboles
El lugar no podía ser más especial, en mi querido País Vasco, en el parque natural del Gorbea, ahí encontramos un alojamiento de ensueño: Cabañas en los Árboles. Y es que realmente es así, cabañas de madera, súper acogedoras, colgadas literalmente de los abetos centenarios a más de 10 m de altura.
Llegamos un día de otoño, pronto por la mañana, cuando la niebla cubría todavía todo el bosque y era tan sobrecogedor y tan bello que no podíamos haber elegido mejor escenario para nuestra sesión de fotos.
El lugar cuenta además con unos carros cíngaros muy coloridos, ideales para fotografiar nuestra línea infantil, y una zona de spa al aire libre que no deja indiferente a nadie. ¡Cómo lucían ahí nuestras sales de baño y jabones de colores!
Cada rincón cuidado al máximo, miles de detalles tanto en exteriores como en exteriores que hacían que cada foto fuera una regalo, un instante precioso e irrepetible.
No solo ese fue el escenario elegido, ¿ cómo no aprovechar las sobrecogedoras playas del cantábrico?, ese horizonte de nubes cambiantes, ese mar bravo y a la vez sereno que invita a la contemplación y al estar presente en el ahora.
La alegría y el aire retro de la furgo de nuestros amigos de @Westyboda, puso la nota de color y diversión, nos hizo viajar en el tiempo y recordarnos aquellos picnics de verano con mantel a cuadros y botellas de gaseosa.
Nuestras fuentes de inspiración
Elegimos personas sencillas y especiales para la sesión. Amigas y amigos que se prestaron entusiasmados a participar en esta aventura y que disfrutaron tanto como nosotras.
María Eugenia, que decía que ella no salía vienen en las fotos y sin embargo fue todo un descubrimiento. Con su aire melancólico, su preciosa melena y su intensa mirada cautivó desde el primer momento a la cámara.
Hugo y Natalia, pareja de enamorados, elegante y sofisticada, que posaron como auténticos profesionales y disfrutaron de la mejor parte: el baño en el jacuzzi.
Y las chicas, Leire y Vera, que llenaron de alegría con su sonrisa y espontaneidad cada foto.
Todos ellos muy guapos y naturales maquillados por Ibone Prats de Studio Femme que hizo un estupendo trabajo y nos alegro la mañana con su sonrisa.
No quiero olvidarme de José Ignacio, que no dudó ni un momento en prestarse a la sesión y se lo pasó genial una vez superada la vergüenza de ser su primera vez . Además de requeteguapo, eres un tío estupendo.
Todo esto no hubiera sido posible sin la artista principal: Esther Gamito, gran fotógrafa y mejor persona. Esther tiene ese don para captar lo más íntimo de la gente. Viéndola trabajar, me asombro de su ligereza y frescura. Como va lanzando fotos con su cámara, buscando los ángulos más originales y como es capaz de reflejar en sus fotos la esencia de las cosas. Contigo repetiremos seguro.
Y Marta, mi Martita, tan discreta, que parece que no está, tan dispuesta y tan cuidadosa de todos los detalles. Gracias a ti tenemos un estupendo making-off y una gran galería de bodegones que son auténticas joyitas.
Con toda esta mezcla de estupendos profesionales, localizaciones de ensueño y una buena planificación, la sesión o pudo salir mejor. Las fotos las iréis descubriendo a lo largo del año pero ya os adelanto que no os dejarán indiferentes.
Un gran trabajo y una experiencia inolvidable, gracias a todos por hacer de un trabajo un momento de encuentro y disfrute.
