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Cremas calmantes para la quimioterapia

Cremas calmantes para la quimioterapia

Unimos fuerzas contra el cáncer cuidando la piel de los pacientes oncológicos con cremas calmantes para la quimioterapia.

Cosméticos para piel sensible por cáncer

Lo primero, te mandamos un abrazo, tanto si estás en tratamiento oncológico, si lo has terminado o si es un amigo o familiar el que ha recibido la noticia. A todos alguna vez nos ha tocado de lleno esta enfermedad. 

Y cuando te dan la noticia, afecta mucho. Tanto a ti como a tu entorno. Al principio te vienes abajo, pero luego sabes que quieres salir de ahí y mirar adelante. Quieres estar lo mejor posible para recuperarte y que la quimioterapia y la radioterapia sean lo más llevaderas posible. Por los efectos secundarios, sobre todo, que pueden afectar al ánimo, a la recuperación y a tu calidad de vida. 

Como farmacéutica y cosmetóloga especializada en plantas medicinales, quiero sumar fuerzas con lo que mejor sé hacer: cremas que curan y alivian los efectos secundarios durante la recuperación de los pacientes con cáncer.

Y es que la piel se ve afectada por picores, quemazón, sequedad, incluso descamación o heridas. Así que es importante, más que nunca, evitar cualquier tipo de tóxico y usar los cosméticos adecuados para piel sensible por el tratamiento de cáncer.

Cómo cuidar la piel cuando tienes cáncer

Hay efectos secundarios que afectan a la calidad de vida del paciente durante los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia y la radioterapia.

Desde reacciones en la piel hasta sensibilidad solar, cambios en el color, manchas… 

En este artículo encontrarás consejos prácticos para cuidar la piel cuando tienes cáncer y acompañar a los pacientes para mantenerla  cómoda y lo más confortable posible durante el tratamiento y después de este.

Porque creemos que la sensación de confort y bienestar en la piel y que esta cicatrice pronto y se sienta saludable ayuda al ánimo.

De hecho, muchos pacientes oncológicos nos cuentan que les ayudan mucho las cremas de Amapola. 

Algunas les cicatrizan las llagas y heridas de la quimio y la radioterapia en tan sólo un par de aplicaciones; otros sienten alivio frente a la sensación de quemazón, a otros les calma la piel tras la ducha…

¿Cuáles?

Te lo contamos.

Cremas solares naturales para pacientes con cáncer

Sí puedes ir de vacaciones a pesar del tratamiento (confirma siempre con tu especialista). Pero en general, puedes disfrutar del sol sin correr riesgos con ropa que te proteja, como sombreros y mangas largas, y un protector solar de amplio espectro.

¿Conoces las cremas solares con filtro mineral?

Si buscas sentirte protegido de manera prolongada e inmediata y te preocupa la acción de los disruptores hormonales, un protector solar natural con filtro físico  puede ser tu opción.

Porque es como si te pusieras una capa invisible que dispersa los rayos solares UVA y UVB.

Y es que los filtros físicos son sustancias minerales que forman una pantalla sobre la piel que refleja la luz solar y la protege de la radiación.

Nosotros tenemos un protector solar ecológico con gran acción bloqueadora y que nutre mientras protege. Es uno de los protectores solares con más alto porcentaje de ingredientes bío en el mercado: el 63 %. 

Es fácil de extender, no deja blanco y reduce las marcas de las cicatrices y la inflamación que produce el sol y que agrava cualquier sensibilidad previa gracias a la manteca de karité que contiene. 

Además, retiene la humedad de la piel, algo que desajusta mucho las pieles sensibles y hace que se agrieten.

¿Cómo lo consigue?

Con el aceite de coco.

Y es que el aceite de coco, además, es un gran aliado natural para protegerse del sol: gracias a su poder antioxidante previene las manchas provocadas por la radiación.

El aceite de aguacate también ayuda, pues es rico en ácidos grasos y vitaminas que protegen la piel y hacen que la sintamos cómoda y sana. 

En otras palabras, te nutres y curas al tiempo que te proteges.

Profesionales especializados en tratamientos de cáncer como la Doctora Odile Fernandez recomiendan nuestros solares. 

Amapola Bío contra el cáncer

Higiene personal en tratamientos oncológicos

En general, para la higiene personal en tratamientos oncológicos es mejor lavarse con agua fría o tibia (no caliente). Así evitas resecar la piel.

También evita restregarte durante el baño y sécate con cuidado.

Utiliza productos de limpieza suaves sin perfumes ni detergentes que sean agresivos para la piel sensibilizada por los tratamientos.

Hay limpiadores suaves y sin fragancias ni alcohol para la ducha diaria o para lavarte las manos, como los jabones naturales en pastilla, los cuales, bien formulados, limpian sin resecar.

Nuestro jabón de caléndula está creado para esto mismo, para limpiar con su espumita nutriendo y sin desproteger la piel.

Y te ayudará a cicatrizar las pequeñas heridas y grietas tan dolorosas que pueden abrirse con los tratamientos.

También es buena idea aplicarse crema humectante y sin alcohol varias veces al día, especialmente después del baño. 

Nosotros recomendamos nuestra crema de hipérico que se absorbe que da gusto y calma la piel un montón.

Si te pereza echarte crema, puedes añadir nuestro aceite Mil maravillas al agua tibia del baño o dártelo después de la ducha mientras la piel sigue húmeda.

De esta forma, consigues que la dermis no se reseque tras ducharte. Ah, y tampoco te queda sensación aceitosa.

Y sí, es una joya; de ahí su nombre.

Porque repara y protege como ninguna otra fórmula que hayamos creado.

Y es que lleva aceite de centella asiática, una planta medicinal que se ha empleado en Madagascar y la India para las llagas porque posee un gran poder cicatrizante.

Además, lleva aceite de almendras que calma, rosa mosqueta que cura, aceite de aguacate que nutre y cola de caballo que regenera.

Alivia la piel irritada por el tratamiento contra el cáncer

Para aliviar la irritación y la picazón por los tratamientos, utiliza compresas frías o cremas calmantes con aloe vera, caléndula o manzanilla.

Nosotros utilizamos en alta concentración la caléndula en uno de nuestros bálsamos Curasana, ideal para tenerlo en tu botiquín o para llevarlo en el bolso y aplicarlo cuando sientas falta de confort en la piel. Mejor en las zonas no expuestas al sol, al tener una base de aceite no es conveniente exponerlo al sol. 

Porque la caléndula en altas concentraciones hace magia:

  • Las heridas cicatrizan antes
  • Evita que te rasques
  • Calma la piel para que las heridas no vayan a más
  • Reduce las infecciones

Para las llagas y heridas de las manos que tanto duelen y que ponen de mala leche a cualquiera. 

Porque te rozas con todo y porque las manos están muy expuestas, tenemos la mejor crema de manos. Y es que calma e hidrata desde la primera aplicación.

Sí, de nuevo es el poder de la caléndula.

Además, se absorbe rápido y no deja sensación grasa.

La tienes en 3 olores distintos, pero con la misma concentración de caléndula en todas ellas.

Y un tip extra: esta crema te la puedes echar para curar heridas y llagas en cualquier otra zona que lo necesites.

Cómo cuidar la piel durante la radioterapia

La radioterapia destruye células cancerígenas malas, pero también daña los tejidos sanos.

Y la piel no tiene suficiente tiempo para regenerarse entre sesiones.

Así que al radiar, la piel:

  • se enrojece
  • se pela
  • se inflama
  • se oscurece
  • pica
  • pueden aparecer erupciones cutáneas e incluso dolor o hinchazón 
  • puedes sentir sensibilidad o entumecimiento
  • pueden aparecer úlceras o quemaduras

La mayoría de estos síntomas desaparece después de los tratamientos, pero la piel puede cambiar de color y apariencia, más seca y más sensible al sol que antes del tratamiento.

A pacientes oncológicos en radioterapia nosotros les recomendamos nuestro bálsamo de hipérico, que es como un abrazo de mamá.

Calma y alivio inmediato.

Y es muy agradable de aplicar por la untuosidad de la manteca de karité y la cera de abejas.

Además, los aceites vegetales y ecológicos que incluye crean una barrera protectora y cicatrizante sobre la piel que mantiene su hidratación y, por tanto, tu sensación de confort durante más tiempo.

Y también la crema corporal de hipérico, que se absorbe mucho más rápido y la puedes aplicar varias veces al día  si notas mucha  sequedad.

Para las cicatrices de las operaciones

Después de la cirugía, queda la cicatriz que se puede mejorar ya que, aunque hagan mucho marketing sobre hacerlas desaparecer, las cicatrices no se acaban de eliminar. 

Sí puedes reducirlas.

Así que para eso utiliza el mejor aceite natural regenerante que existe: el aceite de rosa mosqueta.

Penetra como ninguno en la piel y por eso es capaz de transportar los nutrientes hasta las capas más internas, hidratar y lograr que la piel se regenere ya que aumenta la producción de células dérmicas.

Siendo constante y con un pequeño masaje, lograrás que la marca de la cicatriz se atenúe.

Un diagnóstico por cáncer siempre es un mazazo, así que es bueno dejarse apoyar y dejarse mimar.

Dedicarse un tiempo cada día para cuidar la piel hará recuperar al paciente la sensación de bienestar y confort que deseamos que logre por completo al final de su tratamiento.

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